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Intervención de nuestra compañera Charo López en la mesa redonda sobre “Empleadas de hogar y cuidados. ¿Quién cuida a quien nos cuida?

Mesa redonda sobre “Empleadas de hogar y cuidados. ¿Quién cuida a quien nos cuida? Cambios legislativos”, celebrada con motivo del Día Internacional de la Mujer

El trabajo de las auxiliares de Ayuda a Domicilio y de las empleadas de hogar, se realiza al amparo de lo mas privado y deja en manos de personas no empresarias la voluntad de mantener o no los derechos de ámbito laboral que permitieran mantener un mínimo de dignidad y legalidad a las personas empleadas.

La mayoría de las Auxiliares y empleadas de hogar son mujeres en situaciones muy vulnerables lo que las hace sentirse condicionadas, quizás desamparadas del sistema que debe regular y vigilar su situación laboral, algo complicado ya que el lugar de trabajo es un domicilio privado donde el acceso esta limitado, donde la inspección no tiene derecho legal a entrar ni a sancionar.

Estas mujeres se encuentran solas ante la persona empleadora sin cobertura legal, sumado a la necesidad del trabajo, los problemas personales y de familia si son migrantes, son mujeres invisibles que ejercen una labor muy necesaria en el hogar ,que la sociedad y el estado han estado olvidando.

Son mujeres que se encuentran limitadas a estas labores aunque su nivel profesional sea superior, lo que les crea una situación de frustración, cuando ademas no se reconoce su valor y profesionalidad.

Todo esto condiciona su situación laboral, no reclaman sus derechos y se convierten, de este modo, en un sujeto no activo del contrato laboral, algo que supone una desventaja que va generando mas discriminación y precariedad.

Desde hace años se venia reclamando los cambios en el régimen de empleadas del hogar y aunque son significativos puede que sean difíciles de mantener.

Pasamos a detallar las novedades que recoge la nueva regulación laboral de las empleadas en el hogar:

Se equipara el derecho en materia de prevención de riesgos laborales, algo que debe ser vigilado exhaustivamente pero, que si ya es difícil conseguirlo en las empresa, no confiamos en que pueda llevar a cabo sin mecanismos de vigilancia.

Se aplica la garantía salarial, esto es obligación a cotizar y proporcionar una indemnización por insolvencia o concurso de la empleadora. se calculan 12 días por año trabajado, prorrateando los meses si no se cumple el año, sin que la cuantía supere el Salario Mínimo Interprofesional.

Se reconoce el derecho al desempleo y la cobertura en la seguridad social. Ésto si adquiere importancia porque deja de ser el único colectivo que estaba fuera del régimen general, una de las reivindicaciones mas antiguas que existían. A partir del Desde el 1 de octubre de 2022 es obligatoria la cotización.

Para favorecer la cotización una vez que se ha hecho obligatoria y para no desanimar la contratación, el estado bonifica entre el 30 y el 45% de la aportación cuando cumpla algunos de los requisitos relativos a renta y/o patrimonio. Asimismo, se obliga a la cotización de las personas empleadas que tengan una vinculación menor de 60 horas mensuales.

Se establecen otras normas como son la regulación para el del despido, siempre al amparo de las condiciones de la unidad familiar, ya sea por cambios económicos o de necesidad.

Se elimina la figura del desistimiento que dejaba en manos de la persona empleadora la decisión unilateral del despido, ahora debe ampararse a queda regulado por unos los supuestos justificados.

Se prevee desarrollar acciones formativas y de acreditación para profesionalizar el sector.

Todas esta novedades legislativas son mejoras muy significativas que generan expectativas y que debemos seguir defendiendo.

Mi experiencia sindical me ha demostrado que la lucha laboral y feminizada debe ser continua, no hay que dar nada por hecho. Si las mujeres seguimos siendo ciudadanas de segunda, cuanto mas bajo sea nuestro nivel laboral mas vulnerables seremos.

La reforma de la legislación laboral del sector de las empleadas de hogar, a grandes rasgos, es positiva, porque demuestra un interés de visualizar el colectivo. Son herramientas para dignificar su labor, pero hay que exigir medidas supervisoras. Hay que dotar de mecanismos legales y económicos el seguimiento de como se aplica la nueva normativa. Empezar a considerar que es un colectivo laboral en igualdad de derechos sociales al amparo de la nueva legislación.

En materia de Prevención de Riegos Laborales hay que exigir una valoración de los riesgos en el puesto de trabajo, algo que es obligatorio en las empresas pero que quizás en este caso debería hacerlo la inspección de trabajo para que sea accesible a todas las personas empleadoras.

Por supuesto aconsejo a cualquier mujer trabajadora de este sector laboral acercarse a los sindicatos, debemos estar protegidas frente a los abusos y las irregularidades, y la labor sindical es esa, defender los derechos laborales en su totalidad.

También es muy positivo entablar redes con sectores feminizados como el mío, para apoyarnos y aprender unas de otras.

Las mujeres sabemos mucho de sororidad porque en cualquiera de los aspectos de nuestra vida hemos sido silenciadas, invisibilizadas y excluidas del ámbito publico, dejándonos solo el espacio privado, ya sea personal o laboral.

Nuestra lucha si no es unitaria no conseguirá que el patriarcado asuma que somos la mitad de esta sociedad y que no nos vamos a callar

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